viernes, 13 de diciembre de 2019

ALGUNOS APORTES DE LA NEUROCIENCIA INFANTIL

Herencia genética y ambiente

El desarrollo humano está influenciado tanto por factores genéticos, como por factores ambientales. La interacción dinámica y continua entre la biología y la experiencia va permitiendo que el sistema nervioso y el cerebro se dejen modular por los estímulos del ambiente, los cuales están inmersos en las experiencias que viven los niños y niñas desde temprana edad.
Por otro lado, está el ambiente, con diferentes experiencias y estímulos, que igualmente influirá en el proceso de neurodesarrollo, al aportar al plan genético inicial los componentes necesarios para construir la arquitectura cerebral. Asimismo, el ambiente infl uirá en el comportamiento, en el aprendizaje y desarrollo de habilidades y en un número muy alto de factores claves para el desarrollo infantil, entre ellos, en la forma en que se expresarán los genes o se cablearán determinados circuitos neurales.

Actualmente, ya no discutimos si es la herencia genética, o es el ambiente el que más influye en el desarrollo infantil (y en el desarrollo cerebral): tenemos evidencia científica que ambos factores influyen. Lo que se discute en este momento, y que merece especial atención, está relacionado con las acciones concretas que se deben tomar para propiciar mejores oportunidades de desarrollo a nuestros niños y niñas, o sea, qué implicancia tiene para los programas de desarrollo infantil temprano la interacción entre herencia y ambiente.
Resultado de imagen para herencia genetica y ambiental
plasticidad cerebral, los periodos sensibles en el desarrollo cerebral temprano y la importancia de las experiencias

El cerebro se deja modelar porque gracias a un espectacular fenómeno que se denomina neuroplasticidad, el sistema nervioso, el cerebro y sus células nerviosas – las neuronas - pueden responder a estímulos intrínsecos y extrínsecos, reorganizarse (estructuralmente, funcionalmente y a nivel de conectividad), formando nuevas conexiones, respondiendo a traumatismos, lesiones, enfermedades u otros factores que impactan desde del ambiente. Es por esta plasticidad del cerebro que logramos adquirir habilidades que vinieron con un potencial genético para desarrollarse, como es el caso del lenguaje oral por ejemplo, pero que necesitan de los estímulos provenientes del ambiente para que a través de experiencias adecuadas finalmente se desarrollen. Estas experiencias las podemos entender como la forma de interacción de una persona con su ambiente, las cuales empiezan en el vientre materno, el primer entorno que tenemos como seres humanos. Por otro lado, la plasticidad del cerebro va permitir también que las experiencias individuales construyan nuevos circuitos y aumente la eficacia de conexiones existentes, resultando en aprendizajes más específicos, vinculados a las experiencias propias de un individuo, inmerso en su cultura (como es el caso de lectura, por ejemplo). Este tipo de plasticidad, conocida como plasticidad dependiente de la experiencia, ocurre durante toda la vida, y permite que el ser humano se vaya desarrollando de una forma extraordinaria, y adaptándose a nuevos contextos personales, sociales y culturales.

 Salud, nutrición y sueño
Desde antes del nacimiento, en el vientre materno, los primeros esbozos de una vida saludable empiezan a diseñarse. Como sabemos, la calidad de la salud de la madre va a influir en la salud y en el desarrollo de su hijo. Es en este momento que cobra sentido un programa preventivo para el buen comienzo de la vida de un niño o niña. El cerebro sigue creciendo y desarrollándose después del nacimiento. Las experiencias, los estímulos, las exigencias y desafíos crean nuevas conexiones neurales, refuerzan las existentes, fortalecen y construyen los nuevos circuitos. En este sentido, es importante informar a las madres gestantes sobre el impacto de los ambientes y experiencias que generan estrés tóxico, informarles de las consecuencias del maltrato, de la falta de atención y de la negligencia, y como estos factores pueden alterar el desarrollo cerebral de su bebé. Además, es necesario motivarla a la interacción cara-cara con su bebé, a que planifique y viva espontáneamente experiencias de vínculo y apego, que le hable, le cante, le haga caricias. 
Resultado de imagen para SALUD NUTRICION Y SUEÑO4
   HIERRO: déficits en hierro conllevan a problemas en la concentra-ción y la disminución de la memoria. Además, trastornos de atención e hiperactividad se acompañan frecuentemente con niveles de hierro de depósitos bajos. Afecta el crecimiento y el desenvolvimiento cerebral.
   ZINC: la deficiencia de Zinc puede alterar el desarrollo cognitivo por disminución de atención y actividad motora.

 YODO: la deficiencia conlleva a un retraso del crecimiento y de la función mental. Se observa además, bajo rendimiento escolar.
VITAMINA A: juega un papel en memoria, en el aprendizaje y en el mantenimiento de la visión
Una buena alimentación, con una nutrición adecuada se relaciona tanto con los alimentos esenciales para la salud y el desarrollo infantil, en la dosis apropiada, como con la educación alimentaria, puesto que no todo de lo que se alimentan los niños y niñas es bueno para su salud y su cerebro, como por ejemplo, alimentos con alto nivel de azúcar refinado, las grasas saturadas que se encuentran en las frituras, los aditivos químicos como colorantes, preservantes, aromatizantes de las golosinas.

la cantidad de sueño estará relacionada a las necesidades individuales de cada niño y niña. En las investigaciones acerca del sueño, se pueden llegar a algunas conclusiones con relación al número de horas de sueño (entre sueño nocturno y siestas) durante las 24 horas del día, que no son una regla sino unos lineamientos de referencia:   
Niños y niñas entre 6 y 12 meses: 14 a 15 horas de sueño por día, con dos o tres siestas por la mañana y tarde;
  Niños y niñas entre 1 y 2 años de edad: de 12 a 14 horas de sueño por día, con dos siestas por la mañana y tarde.
Niños y niñas de 3 a 6 años: de 10 a 12 horas de sueño por día. Los más pequeños con una siesta, normalmente por la tarde, y los mayores de 4 años van perdiendo la necesidad de siesta.
Resultado de imagen para SUEÑO EN NEUROCIENCIA DE LOS NIÑOS

No hay comentarios.:

Publicar un comentario